Futuro Astronómico: del Big Bang al Big Data


El inmenso flujo de datos que genera la observación del firmamento, "va a transformar a Chile en el Silicon Valley del Data Science", afirmó el físico chileno, Jorge Ibsen, Director del Departamento de Computación del Observatorio ALMA, en su charla "El Big Data cósmico: astronomía e innovación", durante el festival de ciencia Puerto de Ideas Antofagasta 2017.

Ibsen recordó que gracias a los proyectos astronómicos que se están desarrollando en Chile, en 2020 nuestro país aportará el 70 % de la información astronómica mundial, lo que significa que “el norte de Chile vivirá una nueva revolución, la de la minería de los datos, una industria mucho más poderosa que la minería del cobre, el salitre o el guano, que han hecho del desierto atacameño un polo de desarrollo industrial desde el siglo XX”.

Cabe recordar que dos de los telescopios más poderosos del planeta se construyen en la Región de Coquimbo: el Telescopio Gigante de Magallanes (GMT), al extremo norte de la región, en el Observatorio Las Campanas y el Gran Telescopio para Rastreos Sinópticos (LSST), en el Cerro Pachón de Vicuña.

En la actualidad se procesan en Chile menos de 1 Petabytes por año en datos astronómicos (1 Petabyte son 1024 Terabytes o lo necesario para guardar 13,3 años de video HD). Para la segunda década de este milenio, se espera que esa cifra aumente "astronómicamente".

Sólo el Gran Telescopio para Rastreos Sinópticos, apoyado por Google, digitalizará el cielo cada tres días, generando unos 10 Petabytes por año. Además, lo más llamativo del LSST es que producirá un archivo público y continuo de datos, unos seis millones de Gigabytes anuales, al que podrán acceder tanto investigadores como estudiantes de colegios de cualquier parte del mundo.

Tradicionalmente, los astrónomos observaban el firmamento con sus aparatos, pero hoy ni siquiera tienen que desplazarse hasta los observatorios. Son los científicos que trabajan ahí quienes lo hacen por ellos. "De hecho, el 75 % de los usuarios de ALMA usan los datos que son públicos. Observatorios como el nuestro guardan indefinidamente los datos que recogen", detalla.

Por lo tanto, para Ibsen, es necesario crear una infraestructura para el almacenamiento, procesamiento y transmisión de este gigantesco Big Data y para que Chile pueda liderar la ciencia del análisis de datos en América Latina, será necesario contar con el contingente necesario de “mineros” para este trabajo: “por cada astrónomo que trabaja en un observatorio, hay otros cinco profesionales, entre matemáticos, físicos e informáticos”.

Es así como la formación de astroinformáticos se convierte en uno de los desafíos a los que enfrenta el país, especialmente en las regiones de Coquimbo y Atacama, sede de los principales proyectos astronómicos del mundo.

Los beneficios de este tipo de proyectos van más allá de la observación astronómica. Según Ibsen, el desarrollo de centros de almacenamiento, proceso y clasificación de datos estelares empujará a áreas como la sismología, vulcanología o biodiversidad, que también se convertirán en productores masivos de datos.

”Chile ha dado un enorme salto cualitativo y va camino a transformarse en una especie de Silicon Valley de la ciencia, en el centro mundial de la astronomía", aseguró el físico chileno.

Esta animación del Gigante de Magallanes muestra claramente los centros de datos ubicados inmediatamente bajo el telescopio:



Imagen principal: Ilustración del LSST bajo el cielo de Vicuña. Fuente: lsst.org
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Escrito por Lucía Escobar Meza

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