La sorprendente vivienda monolítica del arquitecto Alejandro Aravena ubicada en el litoral de Los Vilos, no deja de atrapar la mirada internacional. Ahora el periódico británico Financial Times, la escogió como una de las cuatro mejores obras de arquitectura de Sudamérica, junto a dos construcciones en Sao Paulo y otra en Bariloche.
“Esta capacidad de ser muy primitivo: en Chile, ese es nuestro lujo”, dijo Aravena a The New York Times en otra ocasión, en que este medio también alababa la vivienda del premio Pritzker, el nobel de la arquitectura.
Como los monolitos de "Una Odisea en el Espacio" de Kubrick, el diseño de Aravena y su equipo de Elemental parece expandir la conciencia y el intelecto de quien observa y experimenta.
Casi completa de hormigón, para envejecer como las rocas, se compone de tres monolitos que invocan los 4 elementos de la naturaleza. El monolito basal se desplaza hacia el acantilado, la tierra y el aire en equilibrio.
Mirando al Océano Pacífico con ventanales a todo su ancho, el agua "penetra" la planta principal, que acoge en la primera línea los espacios de la tribu: sala de estar, cocina y comedor y, en segunda línea, más privado, el dormitorio principal, armario, baño y una pequeña cava.
El monolito vertical tiene tres niveles: los primeros dos con dormitorios y baños y el tercero una pequeña piscina que mira al mar, cerrando el círculo del flujo del agua que atraviesa la casa para volver al océano.
Inclinado, como en reposo, el tercer monolito es la pieza central del diseño, trayendo al fuego al corazón de la vivienda. Justo donde conecta con el monolito horizontal, como una gran chimenea, forma el espacio para disfrutar literalmente de una fogata que abriga y alimenta la tribu y donde el refugio se vuelca completamente a lo esencial.
La obra forma parte del proyecto Ocho Quebradas, que reúne a 8 arquitectos japoneses y a 8 arquitectos chilenos con la misión de diseñar una casa de 250 mt2. Fue concebida como casa de veraneo, pero "es más bien una pieza arquitectónica como pocas", subrayó el Financial Times.
Un recorrido del proyecto:
Imagen: Jason Schmidt. The New York Times Style Magazine
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